Hoy, 21 de junio, es el Día Internacional del Sol. Con la llegada del verano, nuestro cuerpo queda más expuesto a la radiación solar. Los rayos del sol nos aportan vitaminas a nuestro organismo, además de embellecernos. Pero hay que disfrutar de este placer con mesura, puesto que también tiene sus aspectos negativos. El más conocido es el cáncer de piel, pero existen más. Aquí te enumeramos algunos de ellos:
Aparición de quemaduras por el sol
Los rayos UVB son los principales causantes de esas molestas rojeces cutáneas producidas por una larga exposición al sol. Estos rayos, aunque no penetran tan profundamente, tienen mayor energía y producen la pigmentación duradera. Esto se produce porque estimulan la producción de melanina a los tres días de su actuación. También producen el engrosamiento de la epidermis como defensa a la radiación solar. En los casos más graves, pueden aparecer ampollas, inflamación, fiebre y hasta quemaduras de segundo grado.
Envejecimiento prematuro de la piel
Los rayos UVA penetran hasta la dermis y son los responsables de una pigmentación rápida y temporal que oscurece la melanina en horas. Sus efectos son acumulativos y, en exceso, son los responsables del envejecimiento prematuro. El deterioro del colágeno y de la elastina producen la aparición de manchas, arrugas y flacidez en la piel. Si quieres una piel perfecta, usa siempre protección solar anti-UVA todo el año.
Inmunosupresión
Como indicábamos al principio, el sol resulta beneficioso para nuestro organismo. Pero un exceso de radiación solar puede alterar la función de los glóbulos blancos y debilitar el sistema de defensas. Todo, si sobrepasamos su justa medida, resulta perjudicial.
Cegados por el sol
La exposición prolongada al sol puede llegar a producir daño ocular. Estos daños aumentan hasta cuatro veces la posibilidad de desarrollar cataratas. Por lo general, la lente del ojo es transparente. Pero cuando el sol daña la retina, la lente se vuelve opaca para evitar la entrada de luz. Éste proceso es lo que provoca la aparición de cataratas. Para evitarlo, debemos hacer uso de gafas con filtros solares adecuados.
Aparición de tumores de piel
Los rayos UV poseen menor longitud de onda que el resto del espectro solar. Es por ello que tienen una gran capacidad para penetrar en los tejidos. Los rayos UV pueden llegar hasta el ADN del núcleo celular y producir cambios. Gran cantidad de células dañadas por el sol consiguen repararse. O incluso, si el daño es grande, desaparecen. Sin embargo, algunas de estas células dañadas persisten en la piel. Son esas células, las que pasado el tiempo, se convierten en cancerosas. Algunos consejos para comprobar que todo está correcto es examinar lunares y manchas periódicamente. Cualquier cambio en el color, la forma o el tamaño de estos debe ser revisado por un dermatólogo.
Zinnia Estética se preocupa de tu piel mediante tratamientos basados en la epigenética. Para ello, no necesitas desplazarte a ningún centro estético, puesto que los realizamos en tu propio domicilio. Consúltanos sin compromiso y dale a tu piel los mejores cuidados.
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